sábado, 21 de octubre de 2017

En la garganta una arruga

Bebo de mi tristeza,
alimentando el ansia
de mi mente,
de destrozarme,
destruirme,
aplastarme entre sus dientes
siempre voraces de miedo y rabia.

Se me encoje el alma
ante lo difícil de repirar
de existir.

En la garganta una arruga
de miedo,
opresión
y asfixia.

Una bola de cosquillas
cargadas de maldad,
me niega lo evidente.

¿Me odio?
Me odia.

Llueve en mis mejillas.

Pocas cosas duelen más que el olvido.

Mis hombros bailan,
y se estremecen
al ritmo de mi tristeza.

La risa es placer
olvidado y odioso.

Muero por dentro.

Soy una planta a la que siempre se olvidan de regar.

Pero luego yo,
la inundación,
la salvación,
recupero el agua perdida en mi océano de lágrimas;
y la hago mía ,
sanando esa sequía
que me arruina y me seca
cada
día
un
poco
más.

lunes, 16 de octubre de 2017

Ella, Galicia

Ella
mi amor terrenal,
la única con capacidad de llenarme,
la que me inspira.

Arde de impotencia,
se quema de rabia
en bolboretas* de ceniza.

Me rezuman los ojos de rabia.

Me retumba el corazón en el pecho,
con fuerza,
se hace pequeño,
y me aprieta.

La avaricia,
enemigo incansable,
se lleva a bocados de fuego
mi esperanza,
mi verde,
mi hogar.

Su risa crepitante
ruge en mis entrañas.

Iluminando mis ojos
el fuego,
enemigo de lo bueno,
de lo libre,
de mi tanto.

Un trozo de mi está ardiendo,
me han quemado,
calcinado.

Macabro el sonido del dinero,
que sobre mi sagrada tierra riega sus pasos.

Siembra mi miedo,
siembra mi odio,
riegan sus pasos.

Me abrazo a la lluvia,
para que cure,
para que sane y cicatrice,
con su lenguetazo de vida
esa tierra,
Galicia,
mi alma.





Bolboreta: Mariposa en gallego.

miércoles, 4 de octubre de 2017

El quesero poeta.

Tras mis pies dejo ese aroma
a libertad y queso dulce
que me ha tocado el alma
con manos expertas.

Acariciando el paladar
a cada sílaba sentida,
escrita y sonada.

Cada momento exhalado
con el calor del verso impreso
y aplastado contra el papel,
como si de allí procediese.

Con sentido expreso,
me vuelco en esta rima que no rima,
en intento imposible,
con ánimo sensible
de no esgrimir muy mal,
mi arma el bolígrafo,
y mi objetivo,
libertad.