martes, 20 de diciembre de 2016

Carta de mi, para ti.

Querida tú:

Llevo segundos, minutos, horas, días, e incluso meses pensando en ti.

Y solo yo soy consciente de lo mucho que me duele hacerlo.

Aún te quiero, de hecho, creo que siempre te querré.

He intentado olvidar ese sentimiento de extrañarte. El sentimiento, no a ti, me importas demasiado.

He comprado inspiración con auténtica devoción a vendedores ambulantes de palabrería barata, adivina qué : hasta sus versos me recuerdan a ti.

Aún me cuesta sonreír.
Antes de irte me cosiste los labios con un adiós.
Y aún así, yo imaginé, y confieso, sigo imaginando, un hasta pronto.

Aún suspiro cada vez que cojo el bolígrafo, porque, a pesar de haberme jurado a mi misma no volver a escribirte, aquí estoy de nuevo.

Gracias, supongo, por hacer de musa involuntaria de mis poemas más rebeldes.

Te echo de menos, por favor, no vuelvas.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Octubre dosmilquince

Octubre 2015. 

¿Sobro yo? ¿O sobráis vosotras? ¿Tal vez sobramos ambas? 
La angustia rodea las habitaciones como si siempre hubiera vivido en estas. 
Tal vez si lo ha hecho. 
O tal vez esa es solo la sensación que crece en mi. 
Es tan fácil entender a la gente que dice que haga lo que haga todo lo hace mal. 
Yo soy esa que dice algo para herirse a si misma y solo consigue, no sé como, herir a los demás. 
Me han robado la identidad. 
Y no puedo quejarme. 
Porque me quejo sin razón aparente y a la vez, debería quejarme más. 
El corazón palpita lágrimas cada vez que susurro la palabra hogar. 
Eso, dejó de existir hace unos meses.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Cristal.

Algo va mal.
Muy mal.
Cuando tu corazón dicta que hay más comprensión en la calle que en tu propia casa.
Cuando en el interior te sientes vigilado y arbitrado.
Cuando tú, eres tu punto de apoyo. Y te hundes.
Cuando no ves salida aparente.
Lo que encuentra salida con sorprendente facilidad, son las lágrimas disimuladas, las palmaditas en tu propio hombro y las simples palabras "estarás bien".

La presión es inmensa, e intensa, muy intensa.
Aunque nadie más la perciba.

Y, contaré un secreto a este, mi único confidente, mi interior.

Soy humana.

Y los humanos somos como el cristal.
Con cierta temperatura nos doblamos, nos deformamos, nos volvemos vulnerables.
La presión nos hace débiles y frágiles.

Me rompo.
Esa es la realidad.
Tengo grietas y marcas.
No.
No soy perfecta.

Aunque claro, como buen humano cristal, cuando hay visita, me limpio y me arreglo superficialmente.

Solo por el qué dirán.

Mientras los cristales roto llegan tan dentro y se clavan tan profundo que sangran.

Y la sangre, aunque sea de cristal, también llora.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Roma.

Querida Roma:

El corazón me estalla en mil emociones al siquiera mencionar tu nombre, imaginar tu silueta y pensar en tu aroma.

Te echo de menos.
Te quiero.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Estoy.

Algo curioso, la tristeza.

No estoy bien, no estoy mal.
Solo...

ESTOY.

Que no está del todo mal.

lunes, 8 de agosto de 2016

Insomnio.

Falta de aire.
Pulmones que se niegan a colaborar.
La oscuridad que emana de la bombilla encendida.
Mirada perdida y pupilas dilatadas.
Nudos en el estómago.
03:02.
Hasta las cuatro, un abismo brutal.
El reloj no consigue avanzar.
Se traba.
Nervios.
Ansiedad.
Sudor.
Sábanas revueltas.
Incomodidad.
Mirada apagada y pupilas sin luz.
Ventana abierta de par en par.
Verano.
Presión.
Sudor.
Nervios otra vez.
¿Es que acaso han parado?
El reloj solo ha dado diez pasos.
Solo ha avanzado diez minutos.
Impotencia.
Vueltas y más vueltas.
Colchón desgastado.
Gotelé.
Mirada esperanzadora al reloj.
04:01.
Sonrisa cansada.
Ojos que se cierran.
Oscuridad.
Calor.
09:07.
Buenos días.

viernes, 22 de julio de 2016

A la chica del moño desordenado y el melocotón.

Gracias por tu amor a los animales, te lo agradecen en silencio.
Gracias por seguir queriendo bajar arriba y entrar por la salida.
Tienes una locura muy especial.
Mirada de niña en los ojos, aún.
Y los labios rojos.
Ganas de morir con recuerdos, no con sueños.
Ganas de vivir.
Ganas de caer, de levantarte.
De volver a saltar en los charcos.
De ponerte tacones.
De comprar un perfume caro.
De mirarte al espejo y sonreír.
De un día de mira lo que he conseguido.
De un café caliente y a sorbitos.
De una tarde de papel arrugado y papelera llena.
De gritar.
De cantar.
De bailar.
De reír y llorar.
De no ser y de ser.
De jugar a disfrazarse.
De "Uy, esa nube parece un dinosaurio"
De "¿Y qué pasa si me pongo el collar de mamá?
Y, sobre todo; de voy a hacer una locura.
Porque si, estás loca cariño.
Pero es una locura muy bonita.
Es así y únicamente así como te quiero.
Con tus cuadernos de colores y tus frases de libro.
Con tu orgullo oculto.
Con tu despiste ante todo.
Con tu dulce forma de ver la vida.
Incluso con tus lágrimas aunque la película acabe bien.
Te quiero.
Y estoy muy orgullosa de ti, mi pequeña gigante.

martes, 19 de julio de 2016

Verano.



En mi piel aún es ayer, mientras las paredes me gritan en presente, yo pienso en el futuro.

lunes, 18 de julio de 2016

Recordatorio de tristeza feliz.

Era pequeña y mi única razón para llorar era que no me valían las botas de agua.
Dejaba un pequeño beso en la punta de goma rosa con purpurina y con impotencia veía como el cubo de basura las engullía, haciéndolas propias de alguna extraña manera.
Y yo lloraba lágrimas de inocencia.
Adiós a todos esos charcos que calaban hasta la tela de los vaqueros.
Adiós a los recuerdos.
Y hola a las botas de lluvia más feas del mundo.

jueves, 30 de junio de 2016

lunes, 20 de junio de 2016

¿Y si?


¿Y si solo es una ilusión?
¿Y si tú no eres tú pero yo soy yo?
¿Y si yo no soy yo?
¿Y si no somos y solo imaginamos?
¿Y si solo somos una discreta doblez en una hoja que tiene vergüenza de ser leída?
¿Y si...somos irrelevantes?
¿Y si solo somos el pelo desordenado en la cara en un día de invierno?
O peor.
¿Y si somos ese soplo de viento molesto?
¿Y si ni siquiera somos?
¿Y si ni siquiera imaginamos?
Y...
¿Qué pasa si solo existimos?

Aire.


Y coger la carretera bonita en lugar de la corta.
Amapolas.
Trigo.
Un río del que nadie se acuerda.
Líneas blancas borrosas en la carretera.
Ser el fotógrafo del que solo se conoce la fotografía.
O simplemente ser.
Cantar a pleno pulmón.
Las ventanas bajadas, el aire en la cara.
Labios secos y agrietados.
Ganas de contar pero no ser contado.
Miedo.
Muchos sentimientos.
Ninguno es mutuo.
Ha llegado a su destino.

miércoles, 15 de junio de 2016

Encontrarme.


Pero...¿Qué pasa si quiero ser?
Si quiero ser y no puedo serlo.
Ser tu no ser, no es ser tú.
Maneras de ser que no son formas.
Formas que no son ser.
Quiero ser yo.
¿Por qué no puedo serlo?

domingo, 12 de junio de 2016

Amargo invierno.


Cuchara de acero inoxidable acaricia la espuma burbujeante.
Taza caliente, dedos que queman.
Bebida negruzca, amarga.
Adiós, espuma, adiós, te veo mañana.
Ilusión.
Destruir también es crear.
Escalofrío, suelo de invierno.
Calcetín de algodón rozando a su compañero.
Y que bonito es cuando hasta lo más ordinario parece una ocasión especial.
Labios mojados.
Caída inminente.
Mesa teñida de marrón.
Labios cálidos rozando mejillas con ternura y pereza.
Buenos días.
Bebiendo pintura.
La pintura del alma.
Bebiendo café.

viernes, 10 de junio de 2016

Superficie delicada.

Copa de cristal.
Dos hielos.
Las estrías provocadas por el calor se propagan por ellos.
Velocidad.
Una obra de arte.
Contemporánea e ignorada.
Colisionan.
Cuerpo helado contra cuerpo helado.
Sorpresa.
Rotura.
Ilusión traslúcida.
Disminución y aumento.
La calma.
El desborde.
Gotas sobre la madera.
Silencio cortante.
Cristal en el suelo.
Deshielo.

jueves, 9 de junio de 2016

En la garganta.

Y cuando las palabras se te atragantan en la zona de la nuez, sin apenas dejarte respirar, y quieres hablar , pero tu yo interior no te deja.

Te prohíbes hablar a ti mismo.

Y entones los seres humanos realizamos un movimiento muy bonito.
Precioso, diría yo.

Escribir con la mente las dos palabras más inspiradoras del mundo después de ese "tú puedes" que te dio alguien creyendo que no tendría importancia.

Estoy hablando de un te quiero.

Un simple te quiero en un lugar muy visible de la persona.

Lo escribimos con la mente en tinta hecha con sueños, esperanza, y palabras que suelen quedarse a vivir en la garganta para siempre.

Y solo podemos esperar, que, con un leve temblor, la persona a la cual estas palabras iban dirigidas, la reciba.

Esté dónde esté.
Esté con quién esté.

Y entonces me veo en la deliciosa obligación de murmurar para mi mismo y para ti:

Hola, espero que mi te quiero esté a tu lado en las mejores condiciones.